Los fondos “Next Generation EU” (NGEU) son un mecanismo excepcional para financiar la recuperación de la UE frente a la pandemia del COVID-19. NGEU está dotado con unos 750.000 millones de euros (concentrados fundamentalmente en el Programa de Mecanismo de Recuperación y Resiliencia) que irán destinados a apoyar a los Estados miembros para su transformación verde y digitalización, promoviendo el crecimiento económico, la creación de empleo y la resiliencia económica y social frente a futuras crisis.

La asignación eficiente de estos recursos presenta un gran desafío que debería abordarse con una estrecha colaboración público-privada y plena transparencia con objeto de fomentar la inversión y reformas estructurales de las empresas.

Todo ello se traduce en una oportunidad única para transformar el tejido empresarial hacia modelos de negocios digitales, eficientes, verdes y sostenibles, y con impacto social. La transformación digital se presenta, por tanto, como una palanca fundamental de éxito.

Cada Estado miembro debe presentar ante la Comisión Europea un Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia alineado con los cuatro pilares de la Estrategia de Crecimiento Sostenible de la UE (sostenibilidad, productividad, justicia y estabilidad macroeconómica), coherente con las recomendaciones de la Comisión Europea y consistente con otras iniciativas comunitarias.

En este plan se debe detallar el programa de reformas e inversiones públicas que se compromete a ejecutar, articulado en torno a hitos y objetivos concretos para poder medir el grado de consecución y cumplimiento. España ha presentado en abril de 2021 el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, incluyendo el programa de reformas e inversiones públicas destinadas a acelerar la recuperación económica. El plan estructura las medidas a adoptar en torno a cuatro ejes transversales (transición ecológica, transformación digital, igualdad de género y cohesión social y territorial), organizados en 10 políticas palanca y 30 líneas de acción mediante las que hacer frente a dichos objetivos.

Una vez aprobado por la Comisión Europea, España podría recibir en torno a 69.528 millones de euros, en concepto de transferencias no reembolsables a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia Europeo, en el marco del plan Next Generation EU (NGEU), la cantidad asignada más alta en comparación con el resto de los países de la UE. Adicionalmente, España podrá solicitar préstamos en torno a 84.700 millones de euros hasta el 31 de agosto de 2023.

El Reglamento 2021/241, del Parlamento Europeo y del Consejo de 12 de febrero de 2021 por el que se establece el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, recalca que la percepción de los fondos está sujeta a condicionalidad y los desembolsos se realizarán tras contrastar los avances en la ejecución de los hitos y objetivos previamente establecidos.

La ejecución de proyectos que fomenten la transformación del tejido empresarial, financiados a través de estos fondos, tendría un impacto relevante sobre el crecimiento económico. Según los resultados del modelo elaborado por Equipo Económico (Ee) para el Círculo de Empresarios, el impacto que las subvenciones destinadas a España tendrían sobre el PIB (en un escenario central) sería del 1,6% en 2021, del 2,4% en 2022 y del 3,5% en el año 2023.

La necesidad de destinar los recursos a inversiones que promuevan un potencial aumento del PIB de la economía española está clara. Además, hay que priorizar las inversiones más adecuadas a través de rigurosos análisis ex ante.

España propone destinar un 29% de los recursos procedentes del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia a proyectos de transformación digital, que deberán de estar alineados con las prioridades establecidas tanto en el Plan España Digital 2025 como en la Agenda Digital Europea.
España Digital 2025 contempla la puesta en marcha, durante 2020-2022, de un conjunto de reformas estructurales que movilizarían un importante volumen de inversión pública y privada, en el entorno de los 70.000 millones de euros.

La inversión pública en el periodo 2020-2022 se situaría en torno a los 20.000 millones de euros, de los cuales 15.000 millones de euros, aproximadamente, corresponderían a los diferentes programas y nuevos instrumentos comunitarios de financiación del Plan de Recuperación Next Generation EU, que establece que la digitalización tiene que ser uno de los ejes principales para movilizar estos recursos.
A ello se sumaría la inversión prevista por el sector privado, de unos 50.000 millones de euros. Se fomentará el crecimiento económico utilizando la transformación digital como principal eje de evolución, así como la reducción de la desigualdad y el aumento de la productividad gracias a las nuevas tecnologías.

Todos estos recursos serán accesibles para empresas de todos los tamaños, siendo la pequeña y, especialmente la mediana empresa, las más importantes en esta transformación digital.
Para un mayor detalle sobre las implicaciones de la transformación digital, posibles enfoques de trabajo y metodologías de medición de consecución de objetivos, se pueden consultar otros documentos elaborados por el Círculo de Empresarios sobre Transformación Digital.