Eugenio Prieto, Presidente de Industria e Infraestructuras de A.T.Kearney y copresidente del Comité de Empleo Juvenil del Círculo de Empresarios, escribe en el diario Expansión sobre la necesidad de impulsar la FP Dual en España para adaptar la formación de los jóvenes a los requerimientos del mercado laboral.
Jóvenes ilusionados con su futuro
El balance socioeconómico de los últimos 40 años es un claro reflejo de que España es un caso de éxito. En el ámbito de la educación, el porcentaje de personas mayores de 65 años sin estudios se ha reducido en un 82% y el gasto per cápita ha aumentado en 13 veces. Sin embargo, hoy aún persisten en nuestro país ineficiencias en el modelo educativo que reducen la empleabilidad de los jóvenes y el crecimiento potencial de la economía española. Por esta razón, el Círculo de Empresarios, con el apoyo de la Cámara de España y la colaboración de A.T. Kearney, ha abordado este problema en el Documento “Jóvenes ilusionados con su futuro” que acabamos de publicar recogiendo una serie de recomendaciones.
La formación de los jóvenes españoles debe adaptarse a los requerimientos del mercado laboral en un mundo más global, interconectado y en permanente cambio en el que el talento es clave. En concreto, cuando analizamos la formación de nuestros jóvenes, destacan los siguientes datos:
- Un 35% de los españoles entre 25 y 34 años abandonaron sus estudios tras finalizar la Educación Secundaria Obligatoria (hasta los 16 años), frente al 15% en la UE22
- Sólo el 24% de los jóvenes españoles cursaron Formación Profesional (FP), muy por debajo de países como Austria (58%) y Alemania (49%). Esto representa un grave problema ya que el 64% de la creación de empleo en España hasta 2025 se concentrará en la categoría de “técnicos y profesionales”, la más relacionada con la FP. Es importante señalar sin embargo que, desde 2009, la matriculación en los diferentes ciclos formativos de FP ha crecido un 71%, hasta alcanzar cerca de 800.000 estudiantes
- La opción educativa de FP dual, que combina la formación en el centro educativo con la formación en empresas, se caracteriza en España por su escasa penetración, con un 3% del total de matriculados en FP frente al 60% en Alemania. Desde 2012, los jóvenes que estudian FP dual se han incrementado en un 450% (de 4.000 a 24.000), al igual que han aumentado el número de institutos (de 175 a 900) y de empresas (de 500 a 10.000) implicadas en este ciclo formativo, pero aún queda mucho camino por recorrer
En nuestro estudio, hemos identificado las principales oportunidades de mejora en Formación Profesional en los ámbitos de infraestructura educativa, contenidos y modelo de gestión, ofreciendo una serie de recomendaciones a todos los actores implicados. Las recomendaciones están inspiradas en un conjunto de países europeos de referencia seleccionados por la calidad de su sistema educativo (Suiza, Holanda, Noruega, Dinamarca, Austria y Alemania). Estos países presentan una tasa de abandono escolar y desempleo juvenil muy reducida, y un alto nivel académico de su población.
Entre las medidas definidas destacan la siguientes:
- Equiparar la oferta educativa de FP al menos a la media europea, creando 150.000 nuevas plazas con una elevada capilaridad geográfica. Sin embargo, dado que nuestros jóvenes merecen la mejor atención, debemos aspirar a equiparar nuestra oferta educativa de FP con la de los países de referencia como Austria, Países Bajos y Suiza. Esto implica crear hasta 350.000 nuevas plazas
- Revisar los contenidos educativos involucrando en mayor medida al mundo empresarial
- Reforzar la orientación profesional durante la Educación Secundaria Obligatoria
- Impulsar la FP dual en el tejido empresarial español
La implantación de estas medidas nos permitirá mejorar la formación de los jóvenes españoles, reducir el desempleo juvenil, crear un empleo de mayor calidad, retener y atraer el talento, impulsar la innovación y aumentar la competitividad de las empresas y la economía española.
La consecución de este objetivo prioritario y común requiere un Pacto de Estado en el que los jóvenes recuperen la confianza e ilusión en su futuro con un crecimiento más integrador e inclusivo. Es nuestra obligación diseñar un sistema educativo de calidad que prepare a nuestros jóvenes para desarrollar su proyecto vital en un mundo cada vez más global, interconectado y en constante cambio. Anticipamos que la clave del éxito de esta iniciativa no es otra que la coordinación eficaz y el impulso conjunto de los diferentes actores del sistema educativo español: autoridades, centros de enseñanza, profesorado, empresas, sindicatos y familias. La recompensa en el ámbito socioeconómico y para el futuro de nuestro país bien merece el esfuerzo.