José María López de Letona es Vicepresidente del Círculo de Empresarios
Artículo publicado en el diario ABC
El Círculo de Empresarios cumple cuatro décadas «en las que los españoles hemos demostrado que el nuestro es un gran país capaz de alcanzar metas que parecieran inalcanzables»
En estos días, hace 40 años (exactamente el 31 de marzo), el Ministerio de la Gobernación (hoy del Interior) dio el visto bueno a la petición presentada por mi padre, José María López de Letona y Núñez del Pino, unos meses antes, autorizando la inscripción en el Registro de Asociaciones del Círculo de Empresarios.
Se inició entonces el camino propuesto por un grupo de 100 empresarios que, con esa iniciativa, y con el concurso de otros muchos que se incorporaron después, participaron activa y lealmente en la tarea de transformar a España en un país mejor en todos los órdenes: político, económico y social. Esos fueron los años que conocemos como de la Transición.
Desde entonces, paso corto y vista larga, «el Círculo» y los socios que por él han transitado han ofrecido lo mejor de sí mismos a la sociedad, mediante la aportación de su tiempo, de su inteligencia, trabajo y esfuerzo al proyecto común, aunándolo al de políticos, sindicalistas, académicos, estudiantes, profesionales, funcionarios… Juntos construyeron la España de la que hoy disfrutan las nuevas generaciones, una España basada en el estado de derecho, europea, democrática, con libertad de expresión, separación de poderes, sistema sanitario público de primer nivel, educación universal y una calidad de vida imposible de anticipar entonces. ¿Mejorable? Sin duda alguna. Pero a años luz de la España de los años 30, 40, 50 o 60.
Ahora, cuando parece que lo bueno es sinónimo de «progresista» y ser «progresista» consiste en desacreditar, cuando no eliminar, el pasado y la tradición, el Círculo reivindica el sentimiento de orgullo, de satisfacción, por todo lo bueno que nos ha legado esa generación y que consideramos es nuestro deber preservar y mejorar. Los españoles nos hemos demostrado a nosotros mismos que el nuestro es un gran país, capaz de remontar adversidades, resolver problemas, alcanzar metas que parecieran inalcanzables. Colectivamente debemos estar orgullosos de lo conseguido y defender nuestros logros con firmeza y con fiereza de quienes pretendan hacer tabla rasa y sustituirlos por experimentos ocurrentes de los que conocemos su resultado porque son padecidos por los pueblos que han tenido la desgracia de sufrirlos.
El Círculo de Empresarios, que muestra orgulloso sus cuarenta años de fructífera existencia, quiere agradecer a la generación de empresarios que iniciaron y consolidaron esta andadura su visión y su contribución. Agradecimiento que se debe hacer extensivo a todos los españoles sin excepción que, desde su quehacer diario, contribuyeron y contribuyen a transformar nuestra nación.
Pero, por lo que a los empresarios se refiere, este capítulo de agradecimientos debería ser encabezado por quien ha permanecido siempre al frente de quienes han protagonizado la transformación de España en un estado moderno competitivo y eficaz desde el punto de vista económico: el Rey Juan Carlos I.
Creo que en España somos legión quienes estamos convencidos de que Juan Carlos I ha sido el mejor Jefe de Estado que ha tenido la Nación en siglos. Somos una gran mayoría quienes creemos que, a pesar de los errores cometidos, sus aciertos, su dedicación, su trabajo, los problemas que ha resuelto a lo largo de sus muchos años de reinado son de tal magnitud e importancia, que España ha acumulado una deuda difícilmente pagable con S. M. El Rey Emérito, quien ha demostrado con hechos la eficacia de la Corona cuando se trata de servir al interés común de la nación, apoyando la actividad de nuestras empresas, particularmente en su periplo internacional.
Somos los mismos que no nos dejamos impresionar por el insistente griterío de quienes, desdeñando el trabajo realizado por nuestros predecesores, abogan por urgentes e indefinidas reformas y modificaciones de efecto desconocido sobre el actual marco de convivencia que ha convertido a España en un país al mismo nivel que aquellos a los que no hace muchos años envidiábamos por su nivel de vida, su calidad democrática, sus servicios sociales… Países a los que hemos alcanzado e incluso superado en estos y otros parámetros bajo el liderazgo continuo de don Juan Carlos.
Los españoles bien nacidos somos agradecidos y el Círculo, por supuesto, también. Por eso, junto con el recuerdo a todos aquellos que contribuyeron a construir esta historia de éxito que hoy es España y particularmente a mi padre, creador e impulsor de la idea origen del Círculo de Empresarios, rindo hoy homenaje de agradecimiento a S.M. el rey don Juan Carlos, imprescindible compañero de viaje desde hace cuarenta años, sin el cual nuestra historia no hubiera sido la misma, y gracias al cual disfrutamos hoy un de país realmente moderno.