El Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022 (PGE 2022) se presenta en un escenario económico y social todavía incierto, con la economía española y mundial recuperándose gradualmente, pero a ritmos desiguales. La pandemia de Covid-19 no se ha superado por completo y se mantienen sombras sobre cuál va a ser la realidad económica-financiera de España, y de las empresas, autónomos y familias, una vez se vayan retirando los estímulos fiscales y monetarios que se aplicaron para paliar los efectos de la crisis económica.
El Gobierno plantea un cuadro macroeconómico no ajustado a la realidad, especialmente tras la revisión del INE del crecimiento del segundo trimestre y la existencia de importantes riesgos a la baja, aplazándose de nuevo la recuperación como evidencian las últimas revisiones de las previsiones de los principales organismos. En los PGE se estiman avances del PIB del 6,5% en 2021 y del 7% en 2022 basados en el dinamismo de la demanda interna y la afluencia de los fondos europeos para la Recuperación, Transformación y Resiliencia. Si bien el impacto multiplicador de estos sobre el crecimiento puede ser menor del previsto si la ejecución acaba siendo más lenta, no se priorizan los proyectos con mayor efecto multiplicador y no se acometen las reformas estructurales a cuya ejecución está condicionada su recepción.
El Círculo de Empresarios considera optimistas las estimaciones de ingresos y recaudación del Gobierno, dado el ritmo más lento en la recuperación económica española y del resto de países europeos y los efectos que pueden producir las tensiones inflacionistas y la persistencia de riesgos exógenos. Además, considera que el aumento de impuestos previsto, en contraste con los presupuestos de otros países de nuestro entorno, puede entorpecer y retrasar la recuperación de la actividad económica, en un momento en que es imprescindible sentar las bases del incremento del PIB potencial en el medio y largo plazo.
Por el lado de los gastos, el Círculo entiende que, superada la excepcionalidad de la pandemia que llevó el gasto de 2021 hasta niveles sin precedentes, los presupuestos propuestos son excesivamente expansivos para una fase de recuperación de la actividad en la que el Estado debería comenzar a revertir su intervención en el mercado. Un techo de gasto similar al del ejercicio
anterior no parece justificado. Dada la vulnerabilidad de las cuentas públicas españolas, la prudencia exigiría evaluar la eficiencia del gasto público y no incrementar el gasto estructural.
Esta propuesta de Presupuestos agrava el déficit y la deuda pública situándolos en niveles difícilmente sostenibles en ausencia de una estrategia fiscal para la consolidación y estabilidad presupuestaria que garantice la sostenibilidad y el equilibrio intergeneracional. Como ya evidenció en 2021, al Círculo de Empresarios le preocupa la normalización de un déficit estructural elevado que obliga a proponer un riguroso plan de consolidación fiscal.
Por último, el Círculo considera que la aprobación de los PGE requiere de amplio apoyo parlamentario, anteponiendo el interés general para centrarse en acometer y ejecutar las reformas estructurales pendientes que favorezcan un crecimiento económico más sólido, competitivo y sostenible, el aumento de la competitividad, la creación de empleo y la mejora del bienestar social. A su vez, reivindica un control estricto por parte de las autoridades europeas y una evaluación efectiva y en tiempo real de la ejecución de los fondos a nivel nacional.