El escenario socioeconómico actual está marcado por la incertidumbre generada por la pandemia del Covid‐19 y es difícil prever qué puede suceder en los próximos meses. En este contexto, el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021 incluye un cuadro macroeconómico con previsiones desfasadas ante la evidente segunda ola y su intensidad, que han obligado a adoptar nuevas medidas de reducción de movilidad y de restricción de la actividad de algunos sectores con mayor interacción social.
El Círculo de Empresarios considera optimista el escenario inicial del Gobierno sobre la evolución de la pandemia y sus implicaciones en el gasto público, que podría resultar infraestimado ante la evolución actual de la pandemia, por la necesidad de prolongar los ERTEs, el incremento del apoyo al desempleo y a la liquidez y solvencia empresarial o el incremento del gasto sanitario. Al margen de la evolución de la pandemia, no se descarta que el impacto multiplicador previsto sobre el crecimiento de los fondos europeos para la Recuperación, Transformación y Resiliencia sea menor del previsto si la ejecución acaba siendo más lenta y la selección de proyectos específicos no fuera la óptima. Para lograr el impacto necesario, se requiere la participación del sector privado en la priorización y selección de los proyectos.
El Círculo considera que el carácter expansivo de estos Presupuestos va a situar el déficit y la deuda pública en niveles difícilmente sostenibles que exigen establecer cuanto antes una estrategia de transición para, una vez afianzada la recuperación, volver a la senda de consolidación presupuestaria que garantice la sostenibilidad y el correcto equilibrio intergeneracional. Y esto pasa necesariamente por un uso eficiente de los recursos públicos. Además, preocupa la normalización de un déficit estructural elevado de cerca de 75.000 millones de euros, en torno al 6% del PIB, porcentaje solo superado en el ámbito de la Unión Europea por Eslovenia, Eslovaquia y Rumanía.