ESPAÑA
PIB, consumo e inversión
El 2014 cerró con un avance del PIB del 1,4% y un incremento del 2% interanual en el 4T. Esta aceleración se apoya en la recuperación del consumo y la inversión.
El consumo privado creció un 0,9% en el 4T, alcanzando un aumento interanual del 3,1%. En contraste, el gasto público, encadenando nueve meses de descenso, se redujo un 1% en el último cuatrimestre del año.
La inversión total aumentó un 1,4% entre octubre y diciembre. Distinguimos:
La inversión en bienes de equipo: un 1,9% (10,3% interanual).
La inversión en construcción: un 1,4%, encadenando tres periodos consecutivos al alza.
I+D española
El último informe de la fundación Cotec, sobre la situación y evolución del sector del I+D en España, revela un descenso en 2013 de la financiación total de I+D, tanto pública (-5,7%) como privada (-1,5%). Por primera vez, el capital destinado a la financiación privada de I+D ha superado a la del sector público.
Entre 2008 y 2013, la reducción acumulada fue de:
Por lo que se refiere al gasto en I+D, éste cayó un 2,8% (-3% en el sector público y -2,7% en las empresas), situándose en el 1,24% sobre el PIB, por debajo del objetivo europeo para 2020 del 2%.
EUROZONA
Francia mejora el consumo
Para 2015, el Insee (Instituto nacional de estadística francés) prevé un avance del PIB del 1%, con un crecimiento del 0,3% los dos primeros trimestres y alcanzando el 0,7% a mitad de año.
Esta mejoría se apoya en la caída del precio del petróleo y la menor presión fiscal, lo que está impulsando el consumo y la actividad económica en toda Europa.
Además, el Insee valora los efectos positivos de las medidas incluidas en el Pacto de Responsabilidad, entre las que destacan los beneficios fiscales para incentivar la contratación, que podrían generar 80.000 puestos de trabajo en un año y, a su vez, mejorar el margen y la inversión de las empresas.
Destino de los fondos del rescate a Grecia
Según los datos de Yiannis Mouzakis (think tank Macrópolis), el 51% de los fondos reci-bidos por Grecia, concedidos por la eurozona y el FMI, se ha destinado a devolver la deuda:
el 31,9% (81.300 millones) al vencimiento de letras y bonos;
el 15,9% (40.600) a intereses;
el 3,8% (9.600) a pagos al FMI.
Asimismo, el 18,9% (48.200) se ha utilizado para recapitalizar entidades financieras, el 18% se ha destinado a la compra de deuda (45.900) y el 10,6% (27.000) a las necesidades operativas del Estado griego.
INTERNACIONAL
Deuda global
Según el informe Debt and (not much) deleveraging de Mckinsey (febrero 2015), desde el inicio de la crisis en 2007 hasta 2014, la deuda global (de los 47 países analizados) ha aumentado un 40%, 57 billones de dólares (17 puntos sobre el PIB), principalmente en los países avanzados y por el comportamiento del sector público.
Irlanda (+172 p.p.), Singapur (+129 p.p.), Grecia (+103 p.p.), Portugal (+100 p.p.), China (+83 p.p.) y España (+72 p.p.) son los países donde más ha crecido la deuda total (sin sector financiero).
En el caso de China, su deuda se ha cuadriplicado entre 2007 y 2014 (de 7,4 bn $ a 28,2 bn $), fundamentalmente por el sector inmobiliario (50% de los préstamos) y el shadow banking (50% de los nuevos préstamos). Si bien este nivel de endeudamiento no es de los más elevados, 282% del PIB (incluyendo las entidades financieras) se sitúa ya por encima del de Alemania (258% del PIB) y EEUU (269% PIB).
Japón
La economía japonesa recupera el crecimiento, tras la subida del IVA de abril de 2014 (del 5% al 8%) con el objetivo de reducir la deuda pública (del 230% del PIB a finales de 2013) y garantizar la financiación de la seguridad social. Los datos preliminares del Gobierno muestran un avance del PIB en el 4T de 2014, de un 0,6% intertrimestral y un 2,2% interanual, por lo que la economía nipona sale de su cuarta recesión en los últimos seis años.
Este repunte viene explicado, principalmente, por el aumento de las exportaciones (2,7% intertrimestral), favorecidas por la debilidad del yen y una mayor demanda externa, especialmente de EEUU y del resto de Asia.
En contraste, el consumo interno, con un peso del 60% sobre la economía, solo creció un 0,3%. La inversión pública aumentó un 0,6% y la privada un 0,1%.