Si bien en el imaginario popular se identifica la creación de empleo, riqueza y bienestar con la actividad de las grandes empresas, en el tejido productivo de cualquier país y especialmente en España tienen enorme importancia las pequeñas y medianas empresas (PYME). Desde el Círculo de Empresarios y desde nuestro total compromiso con el libre mercado y la libertad de empresa, queremos subrayar que estas empresas han de ser el alma de la regeneración de la economía española. Por ello, entendemos necesarias medidas que, alentando la flexibilidad de nuestros mercados, generen el caldo de cultivo propicio para que las PYME españolas puedan recuperar el dinamismo que las caracteriza y que las convierte en potente fuerza motora del sistema de mercado.
Las PYME, como ocurre también en otras economías, suponen un porcentaje abrumadoramente mayoritario del tejido empresarial español. Ahora bien, a diferencia de lo que es normal en el resto del mundo desarrollado, en el caso español nos topamos con una desproporcionada presencia de microempresas y pequeñas empresas. Por el contrario, las empresas medianas alcanzan un peso relativo menor que el habitual fuera de nuestras fronteras. Esta estructura se refleja en la correspondiente aportación al valor añadido: las PYME suponen un mayor porcentaje del valor añadido en España del que sus homónimas europeas representan en sus respectivas economías. Esas diferencias, aunque algo menores, se hacen presentes también en términos de empleo. Hay que señalar asimismo la fuerte concentración de nuestras PYME en los sectores más duramente castigados por la crisis y su baja productividad media.