Las organizaciones empresariales que integramos el grupo “Economía y Sociedad” compartimos una serie de valores económicos y sociales junto al convencimiento de que la sociedad civil debe jugar un papel cada vez más relevante en el debate público. En este sentido estamos convencidos de que iniciativas compartidas, como esta “Encuesta de los Círculos” que hoy presentamos, pueden contribuir a aportar soluciones para ayudar a resolver los problemas económicos y sociales a los que se enfrenta España en un contexto nacional e internacional cada vez más complejo.
Entre nuestras preocupaciones comunes se encuentra la modernización del marco legal e institucional en que se desenvuelve la economía española. Este marco, lamentablemente, se encuentra estancado desde hace más de un lustro, con serios síntomas de anquilosamiento, al no haberse implementado las reformas estructurales que desde diferentes organismos e instituciones, tanto nacionales como internacionales, se vienen reclamando. Se trata de algo especialmente urgente ante la necesidad de afrontar desafíos de gran calado como el reto demográfico, la digitalización, la transición energética o los cambios geopolíticos.
Más allá de las reflexiones que puedan hacerse desde un punto de vista teórico sobre la marcha de nuestros principales indicadores económicos, nada mejor que la opinión de nuestros empresarios para saber con precisión qué mejoras necesita nuestro modelo productivo para continuar promoviendo el crecimiento y el empleo, y qué importancia tiene la estabilidad política para animar las inversiones que lo hagan posible.
Este es el auténtico valor de esta “Encuesta de los Círculos” en la que han participado un total de cuatrocientos socios de las organizaciones que lo impulsamos, aportando su experiencia personal, destacando sus principales preocupaciones y priorizando, desde su particular pero valioso punto de vista, las posibles soluciones con visión de corto y medio plazo.
Los resultados de esta Encuesta ofrecen un diagnóstico muy claro. Necesitamos un marco de estabilidad y una política económica que promueva la competitividad, mejore la educación, impulse la innovación y el desarrollo tecnológico y fomente el emprendimiento y el crecimiento empresarial para situar a España en una senda de mayor crecimiento y bienestar social.
La fragmentación que viene marcando durante los últimos años la realidad política de nuestro país, en muy buena parte responsable del bloqueo institucional y legislativo que estamos sufriendo, no parece que vaya a desaparecer en un futuro más o menos inmediato. Por ello, y en las actuales circunstancias, resulta extraordinariamente necesario que nuestros líderes políticos recuperen una capacidad de negociación desconocida en este país desde los Pactos de La Moncloa, hace ya cuarenta y dos años, y logren alcanzar los consensos necesarios para, junto con el esfuerzo de trabajadores, empresarios y sociedad civil en general, hacer posible una España mejor para todos.
