Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales están resucitando el espíritu del difunto Instituto Nacional de Industria (INI). Durante los últimos quince años, y al tiempo que la Administración central privatizaba buene parte del sector público empresarial y enterraba el INI, las Administraciones periféricas se lanzaban a un proceso sin control de creación de empresas y organismos públicos que se están constituyendo en un nuevo INI disperso y en la sombra, al tiempo que supone una seria amenaza para el equilibrio de las finanzas públicas. Y es que todos estos entes de nueva creación, junto a los compromisos fuera de balance -avales, pagos aplazados, etc.- se configuran como una deuda semioculta a la que tarde o temprano habrá que hacer frente. Una limitación de ese enduadamiento extrapresupuestario y un endurecimiento de los mecanismos para su control se imponen como la única salida razonable a esta preocupante situación. Éstas son las principales conclusiones de un trabajo cuya iniciativa partió, de forma muy especial, del anterior Presidente del Círculo, Carlos Espinosa de los Monteros.