Ver artículo Artículo publicado en el diario Expansión
Javier Vega de Seoane es Director del Barómetro de los Círculos y Presidente de DKV Seguros y Fujitsu
El Barómetro de los Círculos (promovido desde el Círculo de Empresarios, el de Economía y el de Empresarios Vascos) ha nacido con vocación de convertirse en referente nacional e internacional, a la hora de analizar a España, como plataforma competitiva, a escala global, para la generación de riqueza, empleo y bienestar.
En la elaboración del Barómetro de los Círculos hemos tenido en cuenta y utilizado como elemento de comparación, los estudios realizados por tres de las más prestigiosas instituciones internacionales, que vienen haciendo este tipo de análisis en el ámbito mundial: el World Economic Forum, el IMD y el Banco Mundial.
Al mismo tiempo se han llevado a cabo más de 150 encuestas y una veintena de entrevistas en profundidad a empresarios y primeros ejecutivos de más de 170 empresas, pertenecientes en su mayoría a los Círculos promotores.
Con toda esta información, unas veces objetiva y otras subjetiva, hemos llegado a establecer un diagnóstico de la situación de nuestro país cuyas principales conclusiones podrían resumirse de la siguiente forma:
No cabe duda, de que la reciente trayectoria de España, es una historia de éxito, fruto, del esfuerzo conjunto y la capacidad de adaptación de trabajadores, empresarios e instituciones públicas, en una etapa compleja de la historia de nuestro país.
Tras más de seis años de profunda crisis, surgen muchas dudas de que podamos seguir progresando, como lo hemos hecho en el pasado, si no se llevan a cabo importantes reformas y cambios en los comportamientos de las personas y de las instituciones.
Los cambios que se están produciendo en el mundo, debido a la combinación del proceso de globalización y la utilización generalizada de las nuevas tecnologías, hacen que el mercado global sea cada vez más competitivo y exija a las naciones que aspiren a crecer y progresar, generar unas estructuras productivas más flexibles, más eficientes y más innovadoras.
Mercado de Trabajo
Siendo el desempleo, la principal preocupación de los empresarios españoles, el Barómetro, concluye, que es necesario mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo, vinculando los salarios a la productividad individual de cada trabajador. Es imprescindible, en este contexto insoportable de desempleo, reducir el peso de las cotizaciones sociales, auténtico impuesto al trabajo, que lastra en exceso la competitividad de la empresa española.
La formación y particularmente la formación profesional, debe potenciarse y mejorarse. En este contexto, se aboga por la formación dual, (que ya teníamos en España en las desaparecidas escuelas de aprendices) con gestión y financiación compartida con las empresas.
Siendo los empresarios los principales generadores de riqueza y empleo, es crucial restablecer los valores y habilidades asociadas al emprendimiento, y que la valoración del empresario y de la asunción responsable del riesgo esté presente en todas las fases de la formación de las nuevas generaciones.
El Barómetro nos indica que el coste de la energía, es uno de los elementos que más preocupa a los empresarios, especialmente a los industriales.
Tenemos que reducir la vulnerabilidad financiera de nuestras empresas, excesivamente apalancadas, demasiado dependientes del sector bancario y con un alto nivel de morosidad (particularmente de las AAPP)
Las Administraciones Públicas, deben hacer un mayor esfuerzo, como lo ha hecho la sociedad, por reducir sus gastos y su tamaño, racionalizar sus competencias, ser menos discrecionales y más predecibles y evitar la fragmentación del mercado interno.
Nos enfrentamos a un escenario poco previsible en el que la competitividad, la innovación y la actitud a adaptarse con rapidez a nuevas situaciones, será clave en la capacidad de las naciones de mantener su posición o progresar en esta competición global.
Si queremos mantener y mejorar el estado del bienestar que tanto nos ha costado conseguir, no tenemos más remedio que vertebrar nuestras capacidades como sociedad (evitando gastar buena parte de nuestra energía en peleas cainitas) y adaptar nuestras reglas de juego y nuestros comportamientos a las nuevas realidades.
En este contexto de grandes cambios, España, que en el largo período de la Transición, ya demostró su capacidad para adaptarse y donde la palabra cambio, inspira connotaciones positivas, tiene la gran oportunidad de hacer de la necesidad, virtud, y movilizarse hacia esos cambios necesarios.
Sin duda, la renovación en la Jefatura del Estado, encarnada por el joven y bien preparado Rey Felipe VI, será un catalizador fundamental en esta nueva, incierta, pero, ilusionante etapa.
Ver artículo España como plataforma competitiva