Todo lo mejor que le ha ocurrido a España durante estos últimos cuarenta años de democracia ha tenido que ver con la conquista de nuestras libertades y la consecución de la modernización de nuestro país, impulsada y reforzada con nuestra integración y compromiso con el proyecto europeo. Desde 1977, la historia de España ha sido la de un período de progreso socioeconómico sin precedentes, reflejo de un éxito colectivo, del que el Círculo de Empresarios se siente no solo copartícipe sino también muy orgulloso. Ampliar nuestros horizontes como ciudadanos y nuestras alianzas internacionales como país ha sido una excelente apuesta para desarrollar y fortalecer nuestra democracia y nuestra economía, y en su conjunto garantizar la estabilidad de nuestra sociedad.
En base a esa experiencia positiva, todos los avances que necesita nuestro país tendrán que venir de la mano de nuevas reformas, que deberán seguir apoyándose en nuestra mayor integración e implicación con Europa. Una Europa que, más allá del Brexit y de las amenazas centrífugas de populismos y nacionalismos, necesita avanzar en definir su proyecto de futuro y reforzar su unidad, respetando la diversidad. A diferencia de épocas pasadas, la España de hoy cuenta con credibilidad y fortalezas suficientes como para formar parte del selecto grupo de países que lidere la Europa del futuro, que, dadas las circunstancias globales, puede y debe seguir jugando un papel relevante en el concierto internacional.
Al mismo tiempo, España necesita construir nuevamente un proyecto integrador que nos movilice, nos ilusione y nos vertebre a todos, como en su día ocurrió con la recuperación de las libertades y la democracia, la construcción de nuestro Estado del Bienestar y la incorporación de pleno derecho a una Europa de la que hasta entonces nos habíamos sentido, en cierta manera, excluidos.