La evidencia empírica de los últimos años demuestra, en contra de algunas opiniones, que el grado de correlación entre márgenes empresariales y precios carece de significación, de forma que la variación de precios es independiente del crecimiento de los márgenes. Cuando los beneficios bajan, incluso cuando se invierten en pérdidas, no por eso lo hace el IPC. El beneficio empresarial viene determinado directamente por el crecimiento del PIB y un aumento del IPC no incide en el del PIB, salvo para perjudicar su crecimiento. Lejos de ser una singularidad del caso español, la relación entre márgenes e IPC en otros países es de la misma naturaleza; de echo, en los países donde el beneficio es mayor, la estabilidad de precios suele ser más alta.