La economía española. acostumbrada históricamente a contar con mercados cerrados y protegidos para su desenvolvimiento diario, lleva ya algunos años integrándose, paulatina pero imparablemente, en un contexto de mercados más abiertos e internacionalizados y, en consecuencia, más competitivos y exigentes en todos los órdenes. La misma creación de Mercado Único Europeo para los Doce países que, de momento, componen la Comunidad Europea, y a la que España pertenece desde 1986, supone la culminación de un proceso de apertura general de nuestra economía, cuya materialización práctica se ha establecido para el 1º de enero de 1993.