Las exportaciones de las empresas españolas registran máximos históricos. Durante los nueve primeros meses de 2013, éstas han crecido un 6,8% respecto al mismo periodo de 2012. Además, el déficit comercial continúa reduciéndose (-58,6% en el mismo perio-do). El avance en el sector exterior se explica por la ganancia de competitividad, vía reducción de costes laborales unitarios, y gracias a la mentalidad exportadora que se extiende entre las empresas españolas. Se observan las siguientes fortalezas: diversifi-cación de productos exportados vía precio y valor añadido; nuevos destinos geográficos (aumentan las exportaciones a Brasil, Oriente Medio y África); mayor número de empresas exportadoras (hasta septiembre, un 10,3% más en total y un 7% más las que exportan de manera regular); y, una cuota de mercado estable, en niveles de 2003 (1,6%), contrastando con otras economías avanzadas, en donde ha disminuido (Francia e Italia).
Respecto a la inversión directa extranjera, España continúa siendo receptor neto. Los flujos de inversión directa extranjera en España han aumentado alcanzado la mayor cifra de la última década, 18.757 millones de euros (Banco de España), lo que refleja una mayor confianza en la economía española por parte de los inversores extranjeros (tanto fondos soberanos como inversores particulares). Así, España ha pasado del puesto 24 en 2012 al 16 en el índice Foreign Direct Investment Confidence (A.T. Kearney), que re-coge los 25 países con mayor probabilidad de recibir inversiones directas del exterior.
Por otro lado, las empresas españolas han invertido menos en el exterior ante la necesidad de reducir sus compromisos financieros en los mercados internacionales.
Las buenas noticias del sector exterior contrastan con la dificultad de acceso al crédito para las empresas españolas. Desde 2008 hasta octubre del 2013, éste habría caído un 16,2% (Banco de España).
La falta de financiación ha influido en la actividad concursal, que ha crecido un 30% en el 3T2013 con respecto al mismo periodo de 2012, según el Baremo Concursal de PwC. Los sectores más afectados son el inmobiliario, el industrial, y el de distribución y comercio.
Además, se mantiene la elevada dependencia de las empresas españolas a la financiación bancaria. En España, ésta representa un 78% del crédito mientras que en Alemania, Francia, Reino Unido y EE.UU. sólo supone un 55%, 45%, 35% y 30% respectivamente (CNMV). Por ello, España en un intento de diversificar las fuentes de financiación y siguiendo la experiencia europea ha puesto en marcha el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), que prevé una captación de fondos inicial del 0,1% del PIB.
Destaca la evolución positiva de algunos indicadores empresariales como el Indicador de Confianza Empresarial (BCI) y el Indicador Compuesto Adelantado (CLI) de la OCDE, el PMI compuesto para España de Markit, y el Índice de Confianza Inmobiliario (iST) de Sociedad de Tasación.